


Un camino de evolución personal
Material Didáctico
La enseñanza del Qi Gong es un camino de consciencia y de crecimiento interior.
El ser humano es capaz de lo mejor y de lo peor. La decisión depende de nosotros.
Equilibrar las emociones, transformar los errores del ego y cultivar los sentimientos nos abre las puertas de la transcendencia y de este modo alcanzar la consciencia.
El QI GONG es el arte de transformar las emociones en sentimientos y los sentimientos en espiritualidad.









La Consciencia
La consciencia es la presencia, la vigilancia, la atención en el instante mismo del “aquí y ahora”, permanentemente, siempre, sin producir pensamientos.
Hacerse consciente es aprender a situarse en el presente.
Viajar entre el pasado y el futuro es vivir en el ego.
EGO = MENTE = PENSAMIENTO



Nacemos conscientes, lo traemos en nuestro ser. Los bebes, los niños, están presentes, viendo lo que está sucediendo, lo que está pasando. No están en los pensamientos. Y esta presencia la hemos perdido por estar en la mente, por estar siempre pensando en el pasado y el futuro y no colocarnos en el presente, que es la consciencia.
Conectarnos con nuestra respiración nos ayuda a quedarnos conscientes.

El Ego
El ego es el sentido de identidad falso que nace de la mente y, como los pensamientos, es de naturaleza condicionada.
El contenido cambia de unas culturas a otras, de unas personas a otras y sin embargo su estructura es la misma. Es el filtro condicionado con que miramos al mundo.
Si queremos evolucionar, debemos aprender a dejar atrás los prejuicios y los juicios, y estar disponibles para ver la auténtica Realidad, comenzando por vernos nosotros mismos.



El Testigo
(La Consciencia)
– Observa sin estar en los pensamientos.
– No hay ruido, no juzga, no analiza, es neutro.
– Reside en el SER, en el Alma.
– Permite identificar al Ego en el momento presente haciéndole perder fuerza.
